Pérdida de la audición infantil

Si su hijo recién nacido

  • no asustar, mover, llore o reaccione de alguna manera a los ruidos fuertes inesperados,
  • no despierta a los ruidos fuertes,
  • no se enciende su / su cabeza en la dirección de su voz,
  • no imita libremente sonido, o
  • ha fallado una prueba de cribado auditivo neonatal,

entonces él o ella puede tener algún grado de pérdida auditiva.

Más de tres millones de niños estadounidenses tienen una pérdida de audición, y se estima que 1.3 millones de ellos son menores de tres años de edad. Los padres y los abuelos suelen ser los primeros en descubrir la pérdida de audición en el bebé, ya que pasan la mayor parte del tiempo con ellos. Si en algún momento usted sospecha que su bebé tiene una pérdida auditiva, hable con su médico. El médico le puede recomendar una evaluación por un otorrinolaringólogo, cirujano de cabeza y cuello (oído, especialista en la nariz y la garganta) y pruebas de audición adicionales.

La pérdida de audición puede ser temporal, causada por la cera del oído, líquido del oído medio, o infecciones. Muchos niños con pérdida temporal de la audición pueden tener su audiencia restaurada a través de tratamiento médico o cirugía menor.

Sin embargo, algunos niños tienen pérdida auditiva neurosensorial (a veces llamada sordera nerviosa), que es permanente. La mayoría de estos niños tienen cierto nivel de audición, y niños a partir de tres meses de edad pueden ser equipados con audífonos.

El diagnóstico precoz es fundamental para el control de la pérdida auditiva pediátrica. Cuando el diagnóstico se retrasa, no puede haber un impacto significativo en el desarrollo del habla y lenguaje. Ajuste temprano de la audición u otras ayudas para prótesis, y un comienzo temprano en programas de educación especial puede ayudar a maximizar la audición existente de un niño. Esto significa que su hijo tendrá una ventaja en el habla y el desarrollo del lenguaje.

Información de la Academia Americana de Otorrinolaringología-Cirugía de Cabeza y Cuello.